jueves, 17 de marzo de 2011

La pérdida de autoridad es un problema específico de toda la sociedad, no es específico del aula

La catedrática de Psicología de la Educación de la Complutense María José Díaz-Aguado ha sido entrevistada este mes de marzo sobre el informe del Observatorio estatal de la convivencia escolar. El informe se basa de un estudio en el que se diagnostica la convivencia en los centros escolares. Algunas de las cuestiones más relevantes de la entrevista son las siguientes:

Pregunta. ¿Por qué se produce la indisciplina? ¿El problema es mayor que antes?
Respuesta. Siempre ha existido, pero sí, probablemente hay más ahora. La revolución tecnológica aumenta la dificultad para el esfuerzo, la atención y la memoria controlada de los alumnos.[...]. Entre otras cosas, hay que darle mucha más participación al alumno. Y esto pasa mucho más con los nativos digitales, es decir, los alumnos que ahora están en primaria y secundaria. Además, la forma de manifestar el respeto a la autoridad también ha cambiado como consecuencia de un cambio mucho más profundo en toda la sociedad.

P. Pero ¿es verdad que el profesor ha perdido autoridad?
R. El 58% de las familias lo creen, pero hay otro 42% que no. Sin embargo, los padres también sienten que han perdido autoridad, luego no sería un problema específico del aula, sino de toda la sociedad.

P. En cualquier caso, ¿qué se puede hacer desde la escuela?
R. Ejercer la autoridad y transmitir confianza al mismo tiempo. Es decir, ejercer una autoridad basada en la confianza, la autoridad de referencia en contraposición a la basada en el miedo [castigar a la más mínima falta]. Los alumnos de profesores que tienen autoridad de referencia perciben mejor convivencia. También los directores que creen que su profesorado tiene ese tipo de autoridad perciben mejor convivencia en sus centros.

P. ¿En qué consiste esa autoridad?
R. Cuando los alumnos ven que el profesor les ayuda a alcanzar objetivos, le perciben como un aliado que está ahí para ayudarles, como alguien al que se puede acudir para buscar soluciones justas a los conflictos. Es decir, que le perciben como una autoridad moral, una referencia.

En mi opinión, es cierto que la indisciplina existía, pero lo que no había era la falta de autoridad por parte del profesor. Cuando nuestros padres iban a la escuela, el profesor tenía gran poder. Como he dicho antes, la indisciplina también era propia de la época, y ante cualquier acción que hacían mal nuestros padres eran amonestados por el profesor. La peor parte era cuando se lo contabas a tus padres, que en ningún caso iban a aceptar las explicaciones, sino que te ganabas otra bronca. Ahora bien, los profesores no son los únicos que han perdido autoridad, también los padres están implicados en esta pérdida de autoridad en este cambio profundo que se ha producido que nuestra sociedad, como bien dice María José.

Referencia bibliográfica: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/perdida/autoridad/problema/toda/sociedad/especifico/aula/elpepusoc/20110312elpepusoc_10/Tes



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